Pues si , el amor lo puede todo.
Ya dije que mis temblores disminuían pero seguían ahí. Hoy a la hora de comer constaté que también mis brazos habían perdido fuerza, con lo que me resulta difícil acercar el cubierto a la boca. Me quise enojar, pero entonces pensé en ese amor que todo lo puede, en tanta gente que me quiere y me ayuda, que incluso deja cosas qué hacer para ocuparse de mí, todo ese amor que me demuestran tantas personas que apenas me conocen, y por encima de todo, el amor de mi familia.
Todo ese amor se va acumulando en mi corazón, y eso es lo que me contagia las ganas de devolver ese mismo amor, viendo caras felices que me ponen feliz a mí, haciéndome ver que unos temblores molestos siempre serán vencidos por ese amor.
¿Os confieso algo? Es mentira que pensara todo eso. Me enojé un poco. Pero como sé que es la verdad, la escribo. Y esto si que me ha ayudado.
Gracias Dios, porque sé que eres la fuente de todo ese amor.