Dice el libro de los Proverbios:
«la sabiduría pregona, la prudencia alza la voz»
Y yo me atrevo a añadir…
«mientras que las palabras se suavizan, hasta el punto -creo yo- de desaparecer cuando sea necesario y preferible»
Con este pensamiento para meditar os dejo porque…
¡¡¡me voooooy!!!!! ¡Qué ganas!
Pero a fin de mes volveré, no os librareis de mí, jeje.
¡Que Dios os cuide! Y que vosotros y yo cuidemos a Dios.
FELIZ VERANO