Deseo que todos, los que me leen y también los que no, sintamos la paz de Dios en nuestros corazones, y notemos el abrazo de unos con otros. Porque si de algo servirá está pandemia será para aprender que del sufrimiento renace el verdadero amor, ése que permitirá un futuro donde nos amemos unos a otros, A TODOS LOS OTROS, con el amor con el que Él nos ama.
Mes: marzo 2020
M.R.XXX
quinto
Creo sinceramente que mi charla fue efectiva. Paso a contaros por qué:
el domingo cuando fui a desayunar mi madre me dijo que habían pensado que, tras nuestra bella cconversación del día anterior, y como hacía un sol radiante, parecía buena idea ir a comer al campo, en algún lugar al aire libre, donde poder respirar aire puro, lejos del ruido cotidiano de los coches y demás.
__»Tus hermanos ya se han apuntado. ¡Venga ven!» Mi madre hablaba y mi padre sonreía. No podía negarme.
………..
M.R.XXIX
……….intentar hacer aquello que mi Dios nos mandó: convertir a mis hermanos . Una vez sentado, la cosa no pudo salir mejor cuando mi madre dijo»: Menuda siesta te has echado ¿soñaste algo?». Enseguida pensé que me estaba brindando, sin saberlo, el camino para mi discurso. Tras contarles mi sueño, con todos los detalles, y terminar diciéndoles lo bien que me encontraba y lo feliz que me sentía pese a mis muchas preocupaciones, pude constatar por su silencio, sus miradas de auténtica admiración y su medio sonrisa, que mis palabras no habían caído en saco roto. Cuando me levanté para irme, daba gracias a Dios por mis palabras, que eran suyas, y al girarme noté Su agradecimiento inundándome de paz y alegría el corazón.
M.R.XXVIII
CUARTO
Siempre lleno de felicidad, bajé a la cocina. Para mi sorpresa, todos mis hermanos, junto a mis padres, estaban reunidos alrededor de la mesa charlando
animadamente. Mi hermano mayor me vio, y me invitó a sentarme con ellos. Me pareció una buena ocasión para …
…………
MR.XXVII
……….
Debí continuar en aquel estado unos minutos , porque de pronto desperté bruscamente alertado por la hora, comprobando que sólo había dormido un rato. Me desperecé e incorporándome pensé si aquel chaval que acababa de ver estaría sintiéndose feliz. No con la felicidad que yo sentí, eso seguro. Y encima gratis, no por la pasta que me pedía.
Verdaderamente, la felicidad es Dios.
M.R.XXVI
……….….
De pronto , en mi sueño, empecé a ver una imagen muy difusa que si bien era incapaz de interpretar, ejercía sobre mí una inmensa atracción que me obligaba a ir hacia ella. Según me acercaba sentía algo extraño: seguía sin saber con qué me encontraría y sin embargo una fuerza extraña creaba en mí una sensación de seguridad, de tranquilidad y de paz tales, que me arrebataba todo mi miedo y me llenaba de una confianza totalmente desconocida, pero maravillosa.
……….….
M.R. XXV
……..
Cuando estaba llegando a casa, las palabras que ese chico me gritó, mientras yo me marchaba, retumbaban en mi cabeza:
__ «Tú te lo pierdes tío. Podrías haber pasado un buen rato, pero ¡Allá tú!»
Cuando iba a coger el ascensor, pensé: ¡pobre chaval, enganchado a esa porquería, qué triste me parece!
Ya en casa decidí que había hecho bien en volver, aun quedándome sin plan para esa noche. Una vez en mi cuarto, me sentí de pronto muy cansado. Creo que me dormí.
……..
M.R. XXIV
……..
Un chico se me acercó mirando nervioso hacia ambos lados, y cuando se cercioró de que no había nadie, levantó el brazo y abriendo su mano, me ofreció algo. Antes de que dijera nada, negué con la cabeza y dándome la vuelta, emprendí el camino a casa .
………
a
M.R.XXIII
Como ya dije, no me convenció mi principio del tercer misterio de LUZ. Así que allá va
ROSARIOS DE LUZ
tercero
Había quedado con amigos. Al llegar vi que venían otros chicos, Generalmente me gusta ver caras nuevas. Pero, no sé por qué, éstas no me gustaron. Rápidamente entendí ese porqué.
………..
M.R.XXII- misterios de luz
No puedo encontrar mis dos primeros misterios de luz, y lo cierto es que me da mucha rabia, porque estoy segura de haberlos escrito, pero me temo que los haya borrado sin querer.
En fin, que en esta entrada los reescribiré cuando volvamos a la normalidad.
misterios de luz
primero
segundo