_“No le riña a él, fui yo quien dejó caer el agua. De veras lo lamento. Le pagaré lo que haga falta.”
Su padre se quedó callado y finalmente dijo:
_“Bueno, tal vez me he apresurado un poco. Mire Padre…”
_“Entiendo la situación. No tiene que disculparse, comprendo que le enoje perder un pienso tan bueno… Sólo venía a felicitarle por su espectáculo y a desearles buen viaje.”
Empezó a ponerse rojo. Su cara era la máxima expresión de culpa que haya visto nunca. Supongo que se sentía avergonzado.
_“Gracias Padre. Por favor, perdone mi mal genio.” Cambiando el tono prosiguió “es muy amable por su parte venir a despedirse. No se preocupe por el pienso, porfavor Yo..”
Estaba bastante azorado. Afortunadamente para él, una voz desde dentro le llamó. Se disculpó conmigo, dándome de nuevo las gracias, y se marchó hacia donde venía la voz.
_“¡Vaya Padre, gracias!”
Sonreí, e inmediatamente me acerqué al lugar donde había quedado la palangana, con apenas un fondo de agua, y la empujé sobre el saco prácticamente vacío.
_“¿Por qué hizo eso?”
_“Bueno” le dije “no me gusta mentir…”
_“¡Ja, ja, ja. Es usted increíble! Cuando mi padre se enfada, pueden temblar hasta las paredes, pero en el fondo es muy bueno.”
_“Lo creo, y tú también lo eres. Por eso quise evitarte un mal rato.”
_“Lo consiguió Padre.” Entonces me dijo que quería dejarme un recuerdo suyo, pero no sabía qué.