_“Está bien, tendrás a tus chicos.”
_“Gracias.”
Y volviéndose a Miguel le dijo:
_“Miky hijo, creo que ayudaste a tu tío en las labores de reconstrucción de tu iglesia. Serías de gran ayuda.”
_“Por supuesto, iré encantado. Y si no es demasiado atrevimiento, aconsejaría que también fuera un joven seminarista que se llama Dit. Me he fijado que es de composición fuerte, y creo que le sería útil.”
_“Si el director lo permite, Dit vendrá. Vivía en el hospicio y ayudó cuando hubo que reconstruir la capilla, y…”
_“¡Que si, Jon, llévatelo! Así estaremos tranquilos por unos días.”
El Padre Jonás no pudo evitar una mueca de disgusto ante el comentario de su amigo, y éste, notándolo, le pidió rápidamente disculpas.