quinto
Creo sinceramente que mi charla fue efectiva. Paso a contaros por qué:
el domingo cuando fui a desayunar mi madre me dijo que habían pensado que, tras nuestra bella cconversación del día anterior, y como hacía un sol radiante, parecía buena idea ir a comer al campo, en algún lugar al aire libre, donde poder respirar aire puro, lejos del ruido cotidiano de los coches y demás.
__»Tus hermanos ya se han apuntado. ¡Venga ven!» Mi madre hablaba y mi padre sonreía. No podía negarme.
………..