………….
Miró a los otros ángeles, y viendo que sonreían, se volvió de nuevo a mí:
__ Creo que no te lo diré. Será una gran sorpresa. Y un gran honor. Ven.
Agarrándome, empezamos a subir. Asustado, sentí vértigo y cerré los ojos, y cuando los abrí estaba de nuevo en mi cama. No recordaba nada, como otras veces. Pero ya había aprendido que los misterios, misterios son. Así que más tranquilo, hice memoria de mis sueños anteriores y pude darme cuenta del glorioso «misterio» al que había asistido.
Nada menos que a una coronación.
Corriendo hacia la ventana, y mirando al cielo, grité:
__ ¡Gracias!