Oración de arrepentimiento y retorno a Dios
( de San Agustín)
Recibe, Señor y Padre clementísimo,
a este fugitivo que huyó de Ti;
– recíbeme, pues he sufrido mucho lejos de Ti;
demasiado tiempo he sido juguete de la mentira;
-recíbeme ahora que huyo de su tiranía;
siento necesidad de volver a Ti;
ábreme la puerta, pues estoy llamando,
y enséñame como se puede llegar hasta Ti.
(No tengo otro deseo
ni poseo otra ciencia,
que la de despreciar todo lo caduco y pasajero
para buscar lo inmutable y eterno)
Y esto es lo que hago, Padre mío,
porque sólo esto es lo que sé;
pero, no sé por dónde se llega a Ti;
enséñamelo Tú,
inspíramelo Tú
sírveme de guía.
Todo mi deseo está puesto en Ti,
y espero que me ayudes para verlo realizado,
-si Tú me abandonas estoy perdido,
pero sé que no me abandonarás
porque eres el Sumo Bien,
y todo el que te ha buscado de verdad
te ha encontrado.
Ayúdame, Padre mío, a buscarte;
y que al buscarte no me equivoque;
que no encuentre otra cosa que no seas Tú,
porque nada anhelo fuera de Ti;
-concédeme la gracia de encontrarte,
y si ves en mí algún otro deseo vano,
líbrame de él, y hazme capaz de verte.
Padre mío, conviérteme del todo a Ti,
y quítame todo obstáculo que me separe de Ti;
y mientras viva
y tenga que soportar este cuerpo mortal,
haz que sea puro, generoso, justo y prudente,
– que alcance un perfecto amor
y una completa inteligencia de tu sabiduría,
– y que sea digno ya desde ahora,
de morar en tu Reino de felicidad.- Amén